31.8.09

MITAD DEL CUERPO







El vientre duro en medio del cuerpo / sesgado, algo que se entienda, que se explique por sí mismo violando su propia convención / una piedra morada en medio del cuerpo mientras vamos separando sus partes, su necesidad










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LO QUE REPITE NO ES CRIMEN sino nacimiento, repite lo que muere para decir real o religión; si lo que se mueve no es palabra sino movimiento puro;

00000000000000000000000000000la frente esta detenida y de pie rotando, busca raíces ese movimiento está en el secreto y tantea para estirarse sobre las piedras

con un pulso de arenas que se ahogan habrá de decir una sustancia, pero será un color o un objeto áspero, cortante

00000000000y la lengua que se asoma es una esfera inyectada de veneno.

00000000000000000000000000000000000000 Por mientras está todo lo demás existiendo vacíamente, meditando un sonido común para vertirse;

un neuma semejante al arrastre de la respiración en la garganta

000000000000000000 cada huella del cuerpo sobre sí mismo pregunta a un mismo tiempo y la palabra es un cilindro por donde sopla el neuma, envase de madera y hojas

000000000000000000000000000000000000000000000000000000000 algo que debe morir









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CUANDO UNO SE DOBLA Y CALLA y las líneas de la mano se mezclan fabricando un nido al agua que baja de los techos; como va a morir un animal sin paredes ni lluvias, recordadas ahora tal vez de un cuadro que viste desde siempre: el recogimiento

000000000000000000000000000000000000 de las rodillas un espejo repite el blanco cáscara, el blanco almohada para dejar el respiro y el sorbo siguiente: el blanco jadeante de las facciones y las sombras brutas


A veces, uno es este nido que atrapa la voz cerca cuando mana, dentro y siempre cerca, la cara que se hunde y va olvidando, como si de otra manera cayera con los brazos abiertos, y entre los dedos un silbo dibuja el nombre que es el otro extremo de una sombra: la manta que recibe, los espacios que se amoldan y vacían, como quien entra en su otro signo











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QUEDARSE EN LAS COSAS mirarlas largamente por saber cómo nos son ajenas, cómo hemos llegado a una fragilidad completa frente a las cosas, por abuso y falacia. Quedarse en los nudos o la cicatriz, el costado doloroso del cuerpo y buscar un árbol como un cuchillo que lo cerrase con su fuego ligero. El aire de las palabras que en otro extremo llegan a tierra o la voz al borde de florecer o quebrarse; la triza de la hoja tan parecida a las cárcavas del cemento y es por culpa de la lluvia, esa que explica a esta ciudad cuando cada año está a punto de matarla, que llevamos todas estas marcas, porque el cuerpo no hace más que llenarse de marcas y a la vida hay que explicarle algo difícil que nos gustaría no decir, un derrumbamiento de viejas catedrales hay que explicarle y los grandes trozos de nada detrás de los que una voz nace y celebra / eso que debiera ser la vida y no una colección de platos sucios vigilando la tarde. Cuando lo que importa es este orden que vinimos a romper y contra el cual nos movemos, fatigados peces en aguas densas, y todo impulso tiene este sonido de cosa rota, de cosa inútil y a la vuelta del día imparable / encontrarlas como reflejos del polvo común, sentirlas / como los cabellos que cortados acusan suciedad entre las maderas, en las grietas de la casa;

y uno está en el piso mirándose las manos

uno está en el piso mirándose las manos









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CÁRCEL. Hay hojas quemadas donde mis manos puedan alcanzarlas, frente a mí en el suelo, una larga mesa de hojas quemadas, gotas que están por caer

0000000000000000000000000000000000 es cosa de encontrar el matiz preciso del aire, perseguir un color que lo domine todo, parecido al humo que te ha rodeado y por su culpa

0000000000000000000000000000000en la boca del estomago una esponja que pesa deletrea las cosas mientras ellas suceden

000con el pensamiento mismo fuera de su forma pero en la forma entera en que la materia se estanca


entre las costillas, un hilo, cáñamo o algo lleno de escamas, va bordando los sitios del aire, nombre tras nombre afiatando la caparazón de piel seca y callada

00000000000000000y el destello ácido de las sílabas se empoza en las manos, permanece


Hojas quemadas cubren el suelo como una larga mesa y una música de respiración cerrada cala los huesos y empuja

0000000000000 un esqueleto de cosas sobrepuestas que deben separase un poco y caer

como arena entre rendijas

deben hervir hasta ser humor puro que escape

cuando el asma cada vez más profundo, como una luz cortante exhala el dolor

o abre los ojos.


para Marco Allende









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EL CLIMA DEL HAMBRE una marca gris en los bordes de la multitud, que la descubre como una consecuencia, como un aliento, aguas que se atascan y retroceden en la arcada del fango

0000000000000000000000000000000000000000de lo agudo que se ponen los cuerpos cuando intentan escapar, zafarse, desmenuzarse en cuerpos propios y un rumor sobre las cabezas los mancha de una misma luz


atado y vuelto a atar; las costras donde los pies resbalan, sedimentos brillantes, empuñaduras de la corriente que se cierra y marchita, granos de colores se gastan rodando por las orillas como si durmiesen


0000000000000000000000000000000000000000 Hay un coro de hombros sucios y ropa hundida en grasa, donde el fuego es una reminiscencia que avanza hasta su límite y se ahoga; figuras en la pared como en un altar pisoteado

00000000000000000000000 y el sonido del hambre; de alguien que se aleja, de una voz como un llanto se aleja y desentierra de las costillas sus puntas de aire cortante, de alguien que queda desencajado, hundido en los que faltan

000000000000000000000000000000000 quedan alas como láminas de piel seca

00 conversaciones en oscuros pasillos

000000000000000000000000000000 queda un susurro atrapado

0000000000000000000000000000000000000000000000000000000 ese susurro es guerra


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